Si el sufrimiento llamó a tus puertas no te desesperes: Bienaventurados los que lloran porque serán consolados.
Todos vemos el sufrimiento como un mal, el dolor nos aterra.
Mas cuando hemos experimentado que el dolor es una liberación que da paz al espiritu, nos parece menos doloroso.
Si pierdes a un ser querido, no te desesperes: Ten la seguridad de que no ha muerto. Solo cambio su estado y tarde o temprano, lo encontraras de nuevo.