La humildad es una joya preciosa

La humildad es una joya preciosa

Salmos 18:28

Salmos 18:28

Isaias 45:3

Isaias 45:3

Daniel 2:22

Daniel 2:22

Señor, todo lo sabes de mi…

Señor, todo lo sabes de mi...

Levanta tus manos aunque no tengas fuerzas!

Levanta tus manos aunque no tengas fuerzas!

Todo es posible si puedes creer!

Todo es posible si puedes creer!

De tanto perder aprendí a GANAR.

De tanto perder aprendí a GANAR.

De tanto perder aprendí a GANAR.

De tanto llorar se me dibujó esta SONRISA

Conozco tanto el piso que sólo miro el CIELO.

Toqué tantas veces fondo que cada vez que bajo, ya sé que mañana SUBIRÉ…

Me asombra tanto cómo es el ser humano, que aprendí a ser YO mismo. Tuve que sentir la soledad para aprender a ACOMPAÑARME… Intenté AYUDAR tantas veces a los demás, que APRENDÍ a esperar a que me pidan ayuda.

Hago solo lo que debo, de la mejor forma que puedo y los demás que hagan lo que quieran.

Vi tantas liebres correr sin sentido que aprendí a ser tortuga y apreciar el recorrido. [♥]

Gracias Señor por todas las bendiciones que me das.

Gracias Señor por todas las bendiciones que me das.

«Todos necesitamos de un abrazo alguna vez»

“No hay nadie en el mundo que en un determinado momento no necesite un abrazo. Todos hemos sentido esa necesidad, darlo no cuesta nada y el que lo recibe se siente lleno de felicidad por tan bello gesto.”

Hoy me desperté mucha energía y ganas de abrazar al mundo, deseando dejar los problemas atrás… Sí, es atrás en el pasado donde debiera estar todo aquello que nos hace daño, lo que nos hace pasar las noches en completo insomnio… Tengo que apresurar mi paso y vivir esta vida que me ha tocado de la manera más bella posible, con optimismo y amor en mi corazón. Hoy quisiera que los abrazos, la alegría y el amor en todas sus facetas logre hacerse presente en nuestras vidas.

Quisiera darte un abrazo y animarte con ello.

¿Quieres un abrazo? Te lo doy.

Tengo el presentimiento de que pronto algo bueno llegará a mi vida, y eso me hace sonreír… me llena de felicidad. Basta tan sólo un buen motivo para saber que todo está bien, que la vida de nuevo me deja en el rostro esa sonrisa de felicidad que siempre debiera estar, pero que tantas veces por culpa del estrés de este mundo tan inseguro me acaba borrando la sonrisa…

Tengo que tener nuevos propósitos, nuevas metas que cumplir, tener algo a qué aferrarme en el futuro que ahora sé que es incierto… mientras tanto, viviré este hoy como un regalo de Dios, al dejarme despertar al calor de un nuevo día.

Lograré ser y mantenerme feliz, ya nada ni nadie podrá borrar la sonrisa de mi rostro.

Tengo la seguridad plena y constante de haberme renovado como persona… de ser alguien que ha aprendido que todo saldrá bien para quien busca tener motivos de fe y alegría.

Me gustaría un abrazo…

Por todas estas cosas, quisiera darte un abrazo y compartir mi felicidad contigo, ¿recibirás mi abrazo? ¿Podrás sonreír un poco para mí? Todos necesitamos de un abrazo alguna vez, yo quiero uno, ¿me lo darás, por favor?

–Autor: Shoshan.