Aunque el tiempo pase, los recuerdos buenos y malos quedan impresos en nuestra memoria. Muchas veces miramos hacia atrás con una sonrisa en los labios, mientras que otras, una lágrima rueda por nuestras mejillas.
Lo importante de los recuerdos es que nos hacen madurar a través del tiempo y gracias a ellos, hoy no pensamos igual que hace diez años atrás, ni nos encontramos en el mismo punto que antes. Hemos avanzado… Y todos ellos nos han hecho ser las personas que somos.
No te lamentes por las experiencias vividas: son lecciones que necesitabas aprender. Las buenas experiencias, que te dejen sonrisas; las malas, que te dejen enseñanzas. Y todo, que te deje gratitud.