Vive el día a día, no tengas prisas, recuerda que nuestros días se hacen cortos cuando los vivimos en armonía, pero terriblemente largos cuando se viven sumidas en tristeza. No hay varitas mágicas para salir de la tristeza, pero en nuestra mano está nuestro día, lo que sale de nuestras bocas, y la actitud con la que enfrentaremos lo que nos venga.