ES CUESTION DE DECISION…

ES CUESTION DE DECISION...

la razón por la cual estás así se debe a las decisiones que has tomado en tu vida.Todo, absolutamente todo, lo que te sucede en este momento es fruto de las decisiones que tú mismo has tomado. Dios, en su inmenso amor y misericordia, nos ha regalado el libre albedrío. Y en esa maravillosa libertad tomamos decisiones día a día que van escribiendo nuestra propia historia. Muchas veces esas decisiones van apegadas a lo que El soñó para nosotros. Otras veces no. En estos casos, poco a poco nuestra situación va quitándonos la paz y empezamos a no sentirnos del todo felices. Es momento de cuestionarnos, momento de reflexionar.

Qué decisiones estoy tomando en cada una de las diferentes facetas de mi vida? Decisiones de acción, de reacción, de comunicación…decisiones. Ante cada situación se abren nuevas alternativas y somos nosotros mismos los que abrimos y cerramos puertas con nuestro proceder, con nuestro pensar, con nuestras relaciones con los demás. Y cada instante estamos decidiendo el resto de nuestra vida.

Gracias a Dios, cada instante tambien es una nueva oportunidad para reencauzar el rumbo. Para tomar nuevas decisiones. Es costumbre para muchos aprovechar el principio de un año para pasar revista de la propia vida y definir el curso de acción y nuevos objetivos. Tal vez sea un momento idóneo, y de hecho así lo es cada instante, para autoexaminar nuestra situación actual y evaluar si las decisiones que tomamos día a día, momento a momento, nos mantienen en el camino de plenitud, de paz, de felicidad, de autorealización que sabemos merecemos.

Decide dejar atrás el pasado. Esa alegría que tuviste, esa felicidad que ya no tienes por cualquier razón, puedes volver a tenerla si así lo decides: aceptando tu presente y tomando las decisiones adecuadas para volver a ser feliz. Cada final es un nuevo principio si aceptamos que tenemos la libertad de ir escribiendo nuestra propia realidad….cuando el ayer finaliza, nos toca vivir el hoy y, si queremos, podemos ver con ilusión hacia mañana tomando hoy las decisiones que harán de ese mañana uno lleno de paz y alegría.

Perdiste algo o alguien? Facultades tal vez? Tienes la vida! Descubre en eso que te falta ahora la oportunidad de desarrollar nuevas habilidades y entregar en servicio a otros lo muchísimo que el Señor quiere poner en tí.

Estás pasando por un momento de amargo dolor? Víve tu dolor! Date tu tiempo…pero comprende que el sol sale cada día y que hay tanto y tantos que están contigo deseando y necesitando verte sonreír.

Puedes quedarte atrapado en el pasado y medio-vivir el hoy o puedes vivir plenamente el hoy de cara a un futuro alimentado y enriquecido de las experiencias vividas.

Esta puede ser la etapa más bella de la vida si te propones mirar hacia el futuro, recordando la felicidad del pasado, aprendiendo de tus errores y perdonando a los que puedan haberte herido.

Si piensas que puedes estar mejor…entonces es cuestión de decisión.

Huellas en el Corazon.

Huellas en el Corazon.

Un hombre joven se situó en el centro de un poblado y proclamó que poseía el corazón más hermoso de toda la comarca. Una gran multitud
se congregó a su alrededor: todos confirmaron, admirados, que ese corazón era perfecto, pues no se observaban en él manchas ni rasguños; coincidieron en que era el corazón más hermoso que hubieran visto.

Al saberse admirado, el joven se sintió más orgulloso aún, y con mayor convicción afirmó que el suyo era el corazón más hermoso de todo el lugar. De pronto un anciano salió de la multitud y le habló:

— ¿Por qué dices eso? Tu corazón no es tan hermoso como el mío.

Con sorpresa, la multitud y el joven miraron el corazón del viejo y vieron que, si bien latía vigorosamente, estaba cubierto de cicatrices,
incluso había agujeros y zonas donde faltaban trozos que habían sido reemplazados por otros que no correspondían, pues se veían los bordes disparejos. El joven se echó a reír.

—Debes estar bromeando —dijo—. Comparar tu corazón con el mío… El mío es perfecto.

En cambio, el tuyo es un montón de cicatrices y dolor.

—Es cierto —replicó el anciano—: tu corazón luce perfecto, pero yo jamás me comprometería contigo. Mira, cada cicatriz representa una persona a la cual entregué todo mi amor. Me arranqué trozos del corazón para dárselos a cada uno de aquellos a quienes he amado.

Muchos, a su vez, me han obsequiado trozos del suyo, que he puesto en el lugar que quedó abierto. Como las piezas no eran iguales, se ven
estos bordes disparejos, de los cuales me alegro porque me recuerdan el amor que he compartido. También hubo oportunidades en las cuales entregué un trozo de mi corazón a alguien, pero esa persona no me ofreció nada a cambio: entonces ahí quedaron estos vacíos.

A pesar del dolor que las heridas me producen, me recuerdan que sigo amando a esas personas y alimentan la esperanza de que algún día
tal vez regresen y llenen el vacío que han dejado. ¿Comprendes ahora lo que es verdaderamente hermoso? —remató el anciano.

El joven permaneció en silencio, pero lágrimas corrían por sus mejillas. Se acercó al anciano, se arrancó un trozo del corazón y se lo ofreció. El anciano lo recibió y lo puso en su corazón, le quitó un trozo y con él tapó la herida abierta del joven. La pieza se amoldó, pero no a la perfección: se notaban los bordes.

El joven miró su corazón, que ya no era perfecto pero lucía mucho más hermoso que antes, porque el amor fluía en su interior.

Y su corazón, ¿cómo es?

La vida

La vida

La vida es una oportunidad, aprovéchala.
La vida es belleza, admírala.
La vida es beatitud, saboréala.
La vida es un sueño, hazlo realidad.

La vida es un reto, afróntalo.
La vida es un juego, juégalo.
La vida es preciosa, cuídala.
La vida es riqueza, consérvala.
La vida es un misterio, descúbrelo.

La vida es promesa, cúmplela.
La vida es amor, gózalo.
La vida es tristeza, supérala.
La vida es un himno, cántalo.
La vida es una tragedia, domínala.

La vida es aventura, vívela.
La vida es felicidad, merécela.
La vida es vida, defiéndela.

Madre Teresa de Calcuta