Pasamos momentos en nuestra vida donde sentimos que ya no podemos escalar un peldaño más, que simplemente ya no podemos más, es entonces dónde podemos pedirle a Dios que su poder actué en nosotros y que su gloria se perfeccione en nuestras vidas.
“Cada vez Él me dijo: «Mi gracia es todo lo que necesitas; mi poder actúa mejor en la debilidad»…” 2 Corintios 12:9