Dios conoce cada una de tus aflicciones, sabe que lo estás pasando te quita las fuerzas y muchas veces tu corazón se llena de temor al verte amenazado por la situación. Recuerda que Él te manda a esforzarte, a ser valiente y a no temerle a lo que te hace frente; no te abandonará ni te dejará solo. Él irá contigo donde quiera que vayas, llénate de confianza y avanza sin dudar en tu corazón.