“Y sabemos que Dios hace que todas las cosas cooperen para el bien de quienes lo aman y son llamados según el propósito que él tiene para ellos”. Romanos 8:28 (NTV)

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Stanley Jones, cuenta una historia acerca de una dama de la India, quien caminaba con muletas a causa de una afección en la columna vertebral. Un  día  la mujer cayó de una escalera y quedó tirada al pie de la escalera. Por la caída, una de sus muletas quedó rota y la otra fuera de su alcance, por lo que la señora empezó a clamar por ayuda.

Pero era medio día y no había ningún sirviente en la finca. Finalmente, cuando perdió toda esperanza de ser oída, elevó una oración a Dios con toda la fe de su alma pidiendo fuerzas, y, asistiéndose al pasamano se levantó y empezó a caminar, ¡y ha estado caminando desde entonces sin muletas!

Seguramente muchos de nosotros hemos escuchado, o utilizado, la expresión “Sobre llovido, mojado”, normalmente la usamos cuando sobre un problema viene otro.  En el caso de esta mujer, que ya tenía bastantes problemas para desplazarse, una caída  así era lo peor que podía ocurrirle; pero lejos de eso fue lo mejor que le ocurrió.

Dios usa las pruebas para forjar nuestro carácter pero también para bendecirnos. El hecho de depender de Él en medio de las adversidades hace que podamos experimentar milagros de los que  no hubiéramos  sido testigos de otra forma.

“Y sabemos que Dios hace que todas las cosas cooperen para el bien de quienes lo aman y son llamados según el propósito que él tiene para ellos”. Romanos 8:28 (NTV)

Confía en Dios, no importa que todo parezca adverso, Él tiene algo especial para ti y está en control de todas las circunstancias; solamente cree.

“Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.” Juan 16:33.

“Si hablo, mi dolor no cesa; y si dejo de hablar, no se aparta de mí. Pero ahora tú me has fatigado; has asolado toda mi compañía.  Tú me has llenado de arrugas; testigo es mi flacura. Que se levanta contra mí para testificar en mi rostro. Su furor me despedazó, y me ha sido contrario; crujió sus dientes contra mí; contra mí aguzó sus ojos mi enemigo. Abrieron contra mí su boca. Hirieron mis mejillas con afrenta; contra mí se juntaron todos. Me ha entregado Dios al mentiroso, y en las manos de los impíos me hizo caer. Próspero estaba, y me desmenuzó; me arrebató por la cerviz y me despedazó, y me puso por blanco suyo.”  Job 16:6-12

osen-vetki-listya-makro.jpgMuchas veces nos cuesta leer el libro de Job, no es fácil leer acerca de un hombre que tuvo que soportar tanto sufrimiento. No terminaban de darle una mala noticia que ya llegaban con otra y aún peor.

La Biblia nos habla de la integridad de Job, quien aún en medio de la enfermedad y teniendo todo su cuerpo cubierto por llagas, no se quebrantó. Tampoco las tremendas pérdidas familiares que tuvo que soportar con la muerte de sus hijos, ni la ruina económica al perder todas sus riquezas pudieron vulnerarlo. Todo parecía derrumbarse con suma facilidad, cualquiera diría que Dios estaba enojado con él o ensañado con su vida.
Job no hizo lo mismo que muchos de nosotros, ante las pruebas y circunstancias de la vida, ya que generalmente tendemos a:

              1) Quejarnos de nuestra situación

             2) Darle lugar a la auto conmiseración o la lástima de nosotros mismos.

3) Tener un sentimiento de abandono por parte de Dios y de nuestros seres queridos.

Es más, aquellos a los que Job llamaba sus amigos, no entendían esta situación, no entraba en sus estereotipos; por lo tanto, sólo buscaban una y otra vez encontrar el  pecado oculto de Job, lo cual le ayudaría a entender las circunstancias de su vida actual.

Pero este no era el caso, Job permanecía íntegro, aún cuando su propia esposa le sugería que maldijera a Dios y muriera, pero Job nunca obró de tal manera.

Cuántas veces nos pasa que en medio de una situación difícil y esperando al menos un poco de comprensión y apoyo, lo único que encontramos son palabras duras y de juicio, preguntas que lo único que buscan es querer encasillarnos en uno de sus estándares para saber qué hacer o qué decir.

Cuántas veces se enseña equivocadamente que el sufrimiento viene por causa del pecado; sin embargo, esto no es cien por ciento acertado. Si bien dice la Biblia que la paga del pecado es muerte y por lo tanto el pecado trae sus consecuencias de sufrimiento, no toda mala situación o ni circunstancia dolorosa tiene su causa en el pecado.

Es necesario que como hijos y siervos de Dios tengamos mucho cuidado en caer en simplificaciones y subestimaciones, las que sólo terminarán dañando a las personas que se suponía íbamos a serles de ayuda o soporte en una difícil situación.

Por algo la Biblia nos dice: “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.” Juan 16:33.

Hay situaciones que no entendemos, pero nuestra parte es confiar en la victoria del Señor.
La vida de Job nos enseña que se puede permanecer íntegro, aún en medio de situaciones dolorosas, pero tengamos en cuenta que en esos momentos saldrá  a la luz lo que realmente hay en nuestro corazón.

Finalmente a Job recibió mucho más de lo que tenía en salud, familia y riquezas, la historia termina con un hombre íntegro completamente restaurado.

Si estás pasando situaciones duras, difíciles de comprender, si de un momento para otro se han levantado tiempos de crisis, confía en Dios, mantente firme e íntegro creyendo que Él está en absoluto control de tu vida y que al igual que Job, tu postrer estado será mucho mejor que el primero.

Porque si amáis a los que os aman…

“Porque si amáis a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores aman a los que los aman. Y si hacéis bien a los que os hacen bien, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores hacen lo mismo. Y si prestáis a aquellos de quienes esperáis recibir, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores prestan a los pecadores, para recibir otro tanto.” Lucas 6:32-34zima-sneg-zabor.jpgJesús siempre impulsaba a sus discípulos a dar más de lo que recibían, a hacer una milla extra en todo momento y a no responder mal con mal, ¿pero por qué?, porque para Dios no hay mérito en dar amor a quien ama o hacer bien únicamente a los que hacen bien.
La palabra mérito significa: derecho a recibir reconocimiento por algo que uno ha hecho, a esto podemos agregar Hebreos 11:6 donde dice que Dios es galardonador. Nuestro Padre en el Cielo quiere premiarnos por nuestras acciones, pero no obtendremos nada si hacemos bien sólo a quien nos hacen bien.

“Amad, pues, a vuestros enemigos, y haced bien, y prestad, no esperando de ello nada; y será vuestro galardón grande, y seréis hijos del Altísimo; porque él es benigno para con los ingratos y malos. Sed, pues, misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso.” Lucas 6:35-36