Estar en la luz de Jesucristo revela el favor de Dios en nuestro caminar diario.
La bendición de su luz va mucho más allá que las cosas materiales; es la misma presencia del Señor y su paz que reposa sobre nosotros en todo momento de nuestras vidas.
Deja que la luz de Dios ilumine tu vida, y que su bendita luz te acompañe en tu diario caminar. Bajo su luz, veras todo más claro.
“Dichosos los que saben aclamarte, que andan en la luz de tu rostro, Señor” (Salmo 89:15).
Por: Kanelitamiel
5/26/17