En todo momento de nuestra vida tendremos aflicciones, todo esto hace que clamemos desesperadamente por ayuda a Dios.
Trata de no sentirte solo, porque Dios ve todo lo que estás pasando y escucha tu clamor para librarte de todo aquello que quita la paz a tu corazón.
En medio de las situaciones que te afligen, desarrolla tu confianza confiando y creyendo en que Dios nunca abandona a sus hijos y tú eres uno de ellos.