Las situaciones difíciles siempre estarán presentes, pero es nuestra decisión llevar esas cargas solos o entregarlas al Señor.

Cuando Jesús habló acerca de las cargas y los yugos, los que con Él se encontraban pudieron identificar el mensaje que estaba dando. Este era un mensaje de esperanza y alivio. Jesús les estaba diciendo que era tiempo de que dejaran de llevar esas cargas, que Él había venido para liberarlos de las cargas y que era hora de que entregaran ese yugo de esclavitud y nunca más lo levantarían si toman su yugo.

Aquí les comparto algunos versículos que te darán aliento y te ayudarán a entregar todas tus cargas y preocupaciones al Señor:

Salmos 55:22: Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará;No dejará para siempre caído al justo.

1 Pedro 5:7: echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.

Los sufrimientos son pruebas, exámenes por los que pasamos para probar lo que somos y muestran lo que hemos aprendido.Se prueba el carácter, la resistencia, la tolerancia.Cómo respondemos nos deja ver quienes somos, donde estamos y la capacidad de poner en práctica lo aprendido.Las pruebas son personales, aunque a la hora de responder afectarán a los que nos rodean.En esta prueba, no puedes copiar, pero si puedes ver cómo otros la han pasado. La Biblia está llena de varios personajes que supieron hacerla. Jesús es nuestro mejor ejemplo.Aseguremos contestar correctamente, para evitar estancarnos y no pasar del mismo lugar: “Prueba no pasada, prueba repetida”

«la muerte física de Jesucristo»

Tiempos atrás, salió un artículo científico sobre la muerte de Jesús, publicado en 1986 en una de las revistas científicas más prestigiosas del mundo – el JAMA, The Journal of the American Medical Association.

El artículo está titulado ′′ On the Physical Death of Jesus Christ ′′ (Sobre la muerte física de Jesucristo).
En él los autores demuestran que el proceso de azotamiento romano era terriblemente cruel. Se describen detalles técnicos, que junto con la narrativa bíblica, proporcionan un panorama completo de todo este proceso, desde el juicio hasta la muerte en la cruz.
Antes del juicio, se narra en Lucas 22 que Jesús estaba en profunda angustia y sudaba sangre. Aunque es un fenómeno raro, los médicos reconocen esta característica como hematidrosis, que puede ocurrir debido a altos niveles de estrés.

Después de ser juzgado, Jesús fue azotado violentamente con un látigo de cuero, con pequeñas bolas de hierro en las puntas y huesos puntiagudos. Las bolas de hierro causaban lesiones internas y los huesos destrozaban la carne, exponiendo la musculatura esquelética y causando gran pérdida de sangre, lo que probablemente lo dejó en un estado de prechoque.
Después de severa flagelación, Jesús fue burlado, escupido y obligado a cargar su propia cruz hasta el Gólgota.

Durante la crucifixión, el acusado era tirado sobre la cruz en el suelo, y clavado con clavos de hasta 18 cm de largo en las muñecas y los pies.
La crucifixión era un proceso que producía intenso dolor y causaba una muerte lenta y sofocante.
Respirar era algo extremadamente doloroso. A cada respiración, Jesús tenía que elevar la espalda en carne viva, arrastrándola en la madera y apoyando todo el peso en los pies, que estaban clavados. Dato que aumentaba la pérdida de sangre y causaba dolor terrible.
Las causas de la muerte por crucifixión podrían ser varias, pero las dos más comunes eran shock hipovolémico y asfixia por agotamiento.

Cuando el evangelio de Juan narra que después de la muerte de Jesús un soldado lo transpasó con la lanza y salió ′′ sangre y agua «, la explicación de los científicos es que el agua probablemente representaba fluido pleural y pericardio seroso y habría precedido al flujo de sangre y tendría menor volumen que la sangre. Tal vez en el escenario de hipovolemia y la insuficiencia cardíaca aguda, los derrames pleurales y pericárdicos podrían haberse desarrollado y haber sido añadidos al volumen de agua aparente.

Solo analizando el sufrimiento físico de Jesús, nos damos cuenta de lo terrible que debe haber sido soportar todo esto.
Estrés intenso, noche sin dormir, un juicio injusto, azotamiento inhumano, burlarse y todavía tener que cargar su propio instrumento de muerte.
Pero eso no fue NADA!

Lo que ′′ pesó ′′ sobre tus hombros fueron nuestros pecados. Isaias hace mucho tiempo profetizó:
′′Pero fue herido por nuestras transgresiones, y molido por nuestras iniquidades; el castigo que nos trae la paz estaba sobre él, y por sus pisaduras fuimos sanados.» Isaías 53:5

Él era el sacrificio. El cordero de Dios que quita el pecado del mundo.
Solo el Dios que se hizo hombre podría reconciliar a los hombres con Dios.
Por eso decimos que el sacrificio fue por amor, pues Él no tenía pecado, nosotros sí. Si el pecado genera la muerte, quién debería morir seríamos nosotros, no Él.

Así que toda su podredumbre, todos sus malos pensamientos, toda su revuelta contra Dios… todo esto estaba sobre los hombros Cristo. Y él venció no sólo el pecado, sino también la muerte!
Cuando creas que tu vida es demasiado difícil, que nada funcione, no te victimices. Mira esta foto y recuerda todo lo que Jesús pasó por amor a ti. ′′el castigo que nos trae la paz estaba sobre El”.