
Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros.
Que bendecidas somos, pues aunque nuestra naturaleza es débil, Dios nos ha dado el gran regalo de la salvación y su gran amor, poder y misericordia en cada uno de nosotros.
Nuestras vidas pueden ser frágiles pero es justo en la debilidad donde Dios se glorifica.
Que en este tiempo seamos una vasija de bendición para otros, fortalecidas por la gracia y el amor de Dios, recordando que todo lo que eres y tienes, no es por tu propia fuerza, sino por que Dios es bueno y majestuoso.
Un abrazo 🌸🍃